La poesía ha sido un camino de respiración de inspiración, para continuar el camino, una expresión que da la libertad por medio de las palabras tocando los corazones.
Sentada en una nube observo, el mundo tan extraño,
indescifrable, con aires de lo sé todo,
y vive sin entender, pero sabe que anda,
autosuficiencia sin ciencia cierta, pisadas huecas.
Escucho el eco de los gritos de dolor universal,
de las súplicas sin respuesta,
indiferencia latente, de un mundo desleal, soy más
que cuerpo, los ríos de sangre me hacen real;
Desde la nube observo absorta, y cambio de posición
de cuando en cuando, temores ocultos, quizá sin razón,
o quizás no, ¡pero soy, y existo, eso creo¡,
hereje soy, por no compartir, por cuestionar, un reo,
y la cárcel el propio mundo, yo, interdependientes,
en el ocaso de las reinvenciones.
Pero nada perdido, son los suspiros,
los que me dan vida, y consuelo;
Sin dirección correcta, mas solo creada,
sin pre ajustes, travesía añorada,
Es la hora de apearse de la nube, ahí voy
a seguir surcando el viento,
A seguir rozando los limites de ser real
y vivir más allá, con mis convicciones de ser leal……
Sopla viento con furia, que yo soy más que cuerpo,
que siento el auge de mis entrañas, queriendo sobrepasar
los límites del destino, mi raro andar,
también lo sé, me he contemplado desde mi nube.
Autor Katheryn Berrios